¿Qué pinta Sócrates en el marketing de contenidos?
¿Qué puede aportar el método socrático a la redacción de artículos en el universo del marketing digital B2C y B2B? ¡Mucho!
¿Sabías que una alta tasa de abandono de los artículos del blog corporativo perjudica el SEO, impide el engagement cliente-marca y deja la conversión por los suelos?
La semana pasada vimos tres tácticas de neuroescritura para evitar esta fuga de usuarios. El método socrático es otra técnica que podemos emplear en las primeras líneas de los artículos para provocar el interés del lector y que siga leyendo. ¿Cómo? Vamos a verlo.
Imagen generada por AI de Sócrates escribiendo con un ordenador.
Cómo aplicar el método socrático en la introducción
Aplicar este método en la introducción consiste en empezar el artículo formulando tres preguntas seguidas al lector que estimulen su curiosidad por querer saber más sobre el tema que le estamos planteando.
Por ejemplo:
• ¿El tiempo de permanencia en tu web es bajo?
• ¿No consigues engagement?
• ¿Tampoco conversión?
¿Por qué deben ser tres preguntas? Porque se sabe que el cerebro responde mejor a las secuencias de tres cuando las plasmamos por escrito. Lo aconsejable es no sobrepasar este número: son las que el lector va a captar y recordar.
Asimismo, estas preguntas deben ser concisas y estar relacionadas con la información del contenido.
¿Por qué las preguntas captan la atención del usuario?
Sócrates, además de ser un gran filósofo, fue un gran maestro. Conseguía captar la atención de sus alumnos promoviendo su participación activa.
En sus clases, en lugar de transmitirles ideas, les formulaba preguntas que les hicieran cuestionarse lo que daban por sentado o caer en la cuenta de lo que no sabían. De esta forma, los alumnos se abrían a aprender y a explorar nuevas alternativas desarrollando su pensamiento crítico. Y lo mismo hacía en sus Diálogos: su propósito era que sus interlocutores descubrieran respuestas ayudándoles a reflexionar mediante preguntas.
De hecho, el método socrático es una técnica que utilizan los educadores y psicoterapeutas para desterrar creencias y guiar a las personas hacia una mejor comprensión de algún tema. Y esto es lo que buscamos precisamente los redactores (y es el objetivo de las empresas que nos contratan): que los usuarios se adentren en los artículos.
Por esta razón es importante abrir un diálogo con el lector desde el inicio planteándole una serie de cuestiones que lo vayan conduciendo por el texto, le hagan cuestionarse sus ideas preconcebidas y considerar otras nuevas.
Lo que no es socrático
La finalidad del método no es persuadir al lector, sino mostrarle nuevas posibilidades que, quizá, no haya considerado. Esto no significa que las preguntas no tengan un propósito: si el usuario nos está leyendo es porque está buscando resolver una duda, obtener una solución o aprender más sobre algún tema.
Tampoco se trata de disparar a bocajarro. Los marketinianos anglosajones, por ejemplo, son muy directos al aplicar este método. En su idioma, las preguntas concisas y formuladas de frente no suenan agresivas. En cambio, en el nuestro, pueden provocar este efecto. Pero esto no invalida el método: a medio camino entre las larguísimas preguntas que hacía Sócrates y el estilo tan directo anglosajón podemos encontrar nuestro propio método.
Otra técnica como alternativa a las preguntas
Una variante del método socrático es hacer tres afirmaciones en la introducción con las que el usuario pueda estar de acuerdo. Es una manera de empatizar con él, de hacerle saber que comprendemos el problema que tiene con un producto o servicio. Acto seguido, al igual que cuando hacemos las preguntas, le adelantamos que le proporcionaremos soluciones.
About The Author
Susana Lladó - Lladó Comunicación
Licenciada en Filosofía y máster en Publicidad y Marketing. Me dedico, como "freelance", a llevar la comunicación y el marketing digital de empresas.